Hace unos días alguien me invito a un concierto de trova, para ver a un guitarrista que tenía al parecer bastante fama, el lugar era el conocido como "casa de la cultura solidaria Q'osqo Wasinchis", el concierto dio inicio a las 10:00 p.m y a continuación narrare las impresiones que me dejaron las tres horas más terribles de mi vida.
Pienso que el arte de la música es y será siempre una manifestación pura y elevada del alma. Por eso pienso que la letra es muy importante cuando se trata de acompañar una música, entonces la letra debe o debería ser poesía y el compositor debe tener mucho cuidado para que la poesía musicalizada no degenere en simple mensaje mundano. La música es lo que los hombres hacen cuando son algo más que simples hombres.
Si bien es cierto que la conciencia social es siempre una virtud que se encuentra en pocos hombres también es cierto que las "poses" y la falsa conciencia social es aberrante y detestable.
Por esa misma causa la impresión que me dejo el concierto de trova fue algo más que desilusión al escuchar apologías -no música- generalmente de índole político con un aparente "aire de conciencia social" en un concierto donde los asistentes están al parecer ofuscados por alguna utopía de origen semita, Los temas que para mi infortunio fueron demasiados, seguían una misma linea y obedecían a una misma nota, y las tres horas las mismas tonadas, las mismas frases, los mismos acordes, los mismos inicios y los mismos finales, en fin; todo era repetitivo y como es lógico extenuante, pero lo que me decepciono mas fueron los asistentes que al parecer son los mismos cada fin de semana, que reaccionan como si estuvieran en alguna congregación cristiana donde el sentido del oído y la capacidad de oír están fuera de servicio.
La letra era generalmente de protesta, en realidad de Arte se sintió poco o nada, almas soterradas por el infortunio del abandono cultural, cómo es posible -pensaba- que los asistentes canten a los cuatro vientos la "esperanza" de un mundo libre y sin diferencias donde todos lucen prendas de "marca" y se consume orgullosamente cerveza litro 100 como todos sabemos de una industria cervecera que no nos pertenece a un precio excluyente y una colaboración entrada de algo más que el valor de la cerveza.
Los asistentes o eran extranjeros o eran limeños (que es lo mismo) y los pocos coetáneos que pude ver ( entre ellos el que me invitó) eran como desconocidos. Dejo manifiesto que no condeno ningún género musical, entre ellos la trova, todos tienen elevadas manifestaciones entre toda su producción. lamentablemente cuando asistí no escuche ninguna.
El cantante denotaba sinceridad. Todo lo demás era falso hasta su médula.